Soho Tower fue concebido como un edificio con espíritu informal, buscando realizar un juego de volúmenes que conforman la torre de veinte pisos, a medida que se llega a los últimos niveles.
Zona: Ciudad de Buenos Aires
La gran particularidad es que en la casa vive una sola persona. El planteo, por lo tanto, responde al fuerte rol social que la vivienda debe cumplir: es un lugar para usar con amigos y para recibir a los nietos.
En Recoleta, uno de los barrios más prestigiosos de la ciudad de Buenos Aires, se ubica el predio donde originalmente se emplazaba el complejo de Village Cines, hoy refuncionalizado en un mall que contiene 76 locales comerciales.
La plaza, muy antigua, está ubicada en el barrio de Once, frente a la terminal ferroviaria.
La cara perpendicular a la calle Oro tiene una orientación muy clara hacia los bosques de Palermo, y toda la arquitectura está basada y armada con respecto a estas vistas.
El primer desafío fue adaptar la terminal existente a un proyecto tecnológico de nueva generación; el segundo, quintuplicar el área total original sin detener ni alterar la actividad.
Su arquitectura es de una cáscara perimetral de hormigón, muy simple, que permite conformar rápidamente la estructura del edificio de 30 pisos de altura.
El lote ofrecía una superficie menor a los 200 m2. El planteo era, sin embargo, complejo y ambicioso: una casa lo suficientemente alta como para ver el río, sin exceder los límites permitidos por la normativa de la ciudad de Buenos Aires.
Desarrollado en conjunto con el arquitecto Fernández Prieto, Zencity es un innovador complejo de usos mixtos conformado por dos torres de viviendas y dos edificios aterrazados escalonados, que arman un espacio urbano interior de vida al aire libre para las residencias. En su borde más cercano al agua incluye un edificio de oficinas con basamento comercial.
Una de las premisas de los cines Village es conservar los elementos de su imagen institucional y, al mismo tiempo, adaptarse a cada entorno.
En cuanto estación Constitución de transferencia entre trenes, ómnibus y subtes, la terminal presentaba una fuerte disgregación de sistemas de circulación.
Con su apertura en el año 1995, el Solar de la Abadía fue una de las obras fundantes del estudio BMA.