
Parque Lambramani
El terreno -un plano inclinado con un desnivel de 12 metros de un extremo al otro-, presentaba un gran desafío que fue superado y capitalizado a través del diseño: se crearon ingresos en el nivel 0, el nivel 1 y el nivel 2. Se generó de esta manera una gran ventaja comercial, que asegura el flujo de público en todos los pisos.
El mall responde a su inserción en Arequipa. El planteo es de centro al aire libre, con galerías, pasillos, recovas: la experiencia, similar a la que ofrece un espacio urbano comercial a cielo abierto, se nutre de la alta heliofanía de la ciudad. La pertenencia se expresa también en la formalidad y la materialidad, en respuesta a otro de los requerimientos del proyecto. La gran protagonista es la piedra “sillar”, proveniente de los tres volcanes que rodean la ciudad y característica de las construcciones arequipeñas; en este caso se desechó el corte industrial y se utilizó piedra cortada a mano, como se hacía en los tiempos de la fundación de Arequipa, alrededor de 1540.
El mall cuenta con dos tiendas por departamentos, un supermercado, un home center y una plaza central de restaurantes que actúa como quinta ancla.